I. Hacerse de tesoros Vs. 19-21
A. Lo que debemos hacer Vs. 20, 21
1. No debemos acumular tesoros en al tierra
2. Debemos acumular tesoros en el cielo
3. Lit.- “No os hagáis / haceos tesoros”. Ambos verbos son imperativos.
4. Jesús está ordenando “definitivamente no” … pero “definitivamente haz”. Elección activa.
B. La naturaleza de nuestros tesoros
1. Los tesoros terrenales están sujetos a deterioro y robo.
a. Nuestros tesoros pueden ser cosas, personas o incluso nosotros mismos. Todo se deteriorará.
b. Están sujetos a robo y requieren un esfuerzo para mantenerlos en nuestro poder.
c. Al final, perderemos todos nuestros tesoros terrenales tal como los conocemos.
d. “No hay remolques de U-Haul acoplados a coches fúnebres”. No tomaremos nada con nosotros.
2. Los tesoros celestiales no están sujetos a deterioro ni robo.
a. 1 Pedro 1:3-5 3Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
b. No solo se guardan eternamente los “tesoros” del cristiano para él, sino que también el cristiano se conserva eternamente para ellos. (1 Pedro 1: 5)
C. ¿Qué define a algo como un tesoro? V. 21
1. Un tesoro es donde está su “corazón”.
2. “Corazón”- El alma o la mente, … la fuente y la sede de los pensamientos, pasiones, deseos, apetitos, afectos, propósitos, esfuerzos. (Strong)
3. Sus tesoros son las cosas que anhela, vive, piensa, por las que siente pasión y en las que encuentra satisfacción, se enfada cuando se dañan
4. NOTA- Jesús no prohíbe el disfrute de las cosas terrenales.
a. Los tesoros terrenales no son intrínsecamente malos, excepto que roban nuestro afecto
b. Él advierte contra hacer tesoros de las cosas terrenales.
c. Él advierte contra hacer un gran esfuerzo para acumular cosas que
i. Se deteriorarán o serán robadas. Su corazón eventualmente será roto.
ii. Le “robarán” su afecto por Dios y Su reino.
D. Si esto es tan evidente ¿por qué el mandato?
1. Las recompensas eternas requieren fe en Cristo, confesión de pecados, una vida entregada.
2. Muchos cristianos tienen una visión carnal de la vida y prefieren la gratificación inmediata.
3. Muchos aún no han descubierto la vacuidad de las “cosas”.
4. Esa comprensión llegará y habrá gran decepción.
II. Autoexamen; ¿Qué estamos atesorando? Vs. 22-24
A. Principios espirituales
1. Lampara- luz, lámpara, vela (Strong),
2. Ojo- ojo físico, ojos de la mente, facultad de conocer
3. Bueno- sencillo, simple, sencillo, completo, generoso, sensato
4. Maligno- maldad, lleno de trabajos, molestias, penurias; presionados y acosados por trabajos; mala naturaleza o condición, malvada o perversa
Mateo 6:22, 23 NTV 22»Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz;23pero cuando tu ojo es malo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad. Y si la luz que crees tener en realidad es oscuridad, ¡qué densa es esa oscuridad!
Mateo 6:22, 23 RV1960 22″ La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23″pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
B. Aplicación espiritual
1. Si tenemos una visión clara respecto a la vida, Dios, tesoros, entonces caminaremos en la luz de Dios
2. Si pensamos que tenemos una visión clara, pero no la tenemos, estamos engañados, viviendo en la oscuridad
3. Engañados si pensamos que podemos amar / servir a Dios y a los tesoros terrenales (Mammón)
1 Juan 2:15-17 15No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
4. Somos engañados si valoramos más los tesoros terrenales que los celestiales
5. Jesús nos está dando el estándar espiritual mediante el cual podemos examinarnos a nosotros mismos.
III. Perspectiva piadosa con respecto a la vida y la provisión Vs. 25-34
A. Perspectiva equivocada
No se preocupe por la comida, la bebida, ropa; ya sea como provisión o tesoro.
La vida es más que eso. (Jesús no está enseñando contra la responsabilidad)
2. Jesús nos enseña a preocuparnos por las cosas del cielo, no de la tierra.
Col. 3:1, 2 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
3. No es la vida más que el alimento…vida- psuche
La sede de los sentimientos, deseos, afectos, aversiones (nuestro corazón, alma, etc.)
4. Las aves no se preocupan, pero Dios las cuida. Los pájaros trabajan, pero no se preocupan.
¿Preocuparse asegura la provisión? ¿No somos más valiosos que los pájaros?
5. ¿Puede la preocupación aumentar nuestra estatura física?
6. Dios viste bellamente a la naturaleza, más bellamente de lo que cualquier hombre podría vestirse a sí mismo. Entonces Dios permite que la naturaleza se desvanezca o sea arrojada al fuego.
B. Perspectiva piadosa
1. El cristiano no debe vivir como si a Dios no le importara o no pudiera proveer para ellos.
2. El cristiano no debe vivir como un incrédulo, que no conoce la preocupación de Dios.
3. Los cristianos deben vivir sabiendo que su Padre celestial sabe lo que necesitan
4. Los cristianos no deben vivir ni pensar como lo hacen los incrédulos con respecto a la comida, la ropa, etc.
5. Los cristianos deben buscar primero el reino de Dios y su justicia.
a. Buscar- tiempo imperativo; un mandamiento a ser obedecido, que será bendecido
b. En la fe, debemos saber que Dios proveerá para nosotros si lo ponemos a Él primero.
c. Un cristiano preocupado es una contradicción.
6. El cristiano no debe preocuparse por el mañana; el presente tiene bastantes problemas.