I. El llamado de Pablo a los corintios
A. Pablo deseaba ser gentil con ellos Vs. 1, 2
1. V. 1 Pablo comparó su relación con los corintios con la manera en que Jesús trató a la gente.
a. Pablo deseaba tener la misma mansedumbre y gentileza que Jesús tuvo. Les ruega.
b. Jesús no exigió que la gente hiciera cosas. En cambio, trató de razonar con ellos.
c. En persona, Pablo era manso. En sus cartas, presentaba una personalidad más fuerte.
2. V. 2 Pablo no deseaba ser severo y duro con los corintios.
a. Pablo entendía que algunas personas sólo responden a la severidad.
b. Pablo sabía que tenía que ser duro contra algunos que no estarían dispuestos a responder a la mansedumbre.
c. Pablo comprendía que algunas personas juzgaban mal sus métodos de ministerio y lo acusaban de ser un hombre que usaba métodos carnales para lograr las cosas.
d. Con algunos de ellos, Pablo iba a necesitar ser audaz y confrontador.
B. Pablo militaba en el Espíritu Vs. 3-6
1. V. 3 Pablo vivía en un cuerpo carnal, pero no peleaba batallas espirituales según la sabiduría humana o según su propia fuerza.
2. Vs. 4, 5 Los métodos de Pablo para la batalla espiritual no eran carnales, sino espirituales.
a. Eran poderosos en Dios, comparados con los métodos débiles y carnales de otros.
b. Los oponentes de Pablo usaban armas carnales tales como autopromoción, adulación, engaño, compararse con otros, exageración, manipulación, palabras suaves, mano dura, autoridad dominante, etc.
c. Fortalezas- Pensamientos erróneos o costumbres que han sido adoptadas durante mucho tiempo.
d. Argumentos- Imaginaciones; pensamientos lógicos. Teología o prácticas creadas por el hombre.
e. Altivez- Cosas elevadas, tal vez consideradas intocables, sagradas, inmutables.
f. Se oponían a las falsas ideas que se exaltaban a sí mismas por encima del conocimiento de Dios-
g. Llevaban los pensamientos de la gente al cautiverio de la obediencia a Jesús-
3. V. 6 La guerra espiritual de Pablo también incluía castigar la desobediencia-
a. Él buscaba la obediencia de los corintios.
II. La autoridad de Pablo Vs. 7-18
A. Pablo usaba su autoridad de una manera piadosa Vs. 7-11
1. V. 7 No se necesita madurez espiritual para juzgar a alguien según la carne.
a. Las iglesias algunas veces escogen a sus líderes según su personalidad o apariencia.
b. A veces escogen a sus líderes según cuanta educación tienen, o cuan populares son en ambientes académicos.
c. Israel equivocadamente escogió a Saúl para ser su rey por su apariencia y estatura.
d. Dios dijo que él no escoge a los hombres según su apariencia externa, sino según su corazón.
e. Pablo estaba siendo juzgado erróneamente por su apariencia externa y su mansedumbre cuando estaba con ellos. Pablo era tan cristiano como ellos.
2. Vs. 8-10 Si era necesario, Pablo hablaría sobre el hecho de que su autoridad provenía de Dios. No se sentiría mal por eso.
a. Su autoridad le fue dada para edificar a la gente, no para destruirla.
b. El usaba un acercamiento gentil en persona. Si eso no funcionaba, usaba un acercamiento más fuerte a través de sus cartas. Ambos acercamientos eran usados para edificar a la gente, no para destruirla.
3. V. 11 Pablo les recordó que podía ser fuerte en persona si lo necesitaba. No era un cobarde. Era el mismo hombre tanto si estaba presente como ausente.
B. La manera en que Pablo veía su autoridad divina Vs. 12-18
1. V. 12 Había algunos disque “superapóstoles” que se alababan a sí mismos. Deben haber sido exteriormente impresionantes, porque estos corintios carnales se sentían impresionados por ellos y les daban más crédito del que merecían.
a. Estos se comparaban entre ellos. Eso es carnal y no es sabio.
b. Pablo nunca trataría de ganar influencia a través de métodos carnales.
c. “El fin no justifica los medios”. Uno puede tener un mensaje verdadero, pero no debe usar métodos carnales para comunicarlo, o para ganar oyentes. Eso es mundano.
d. Es fácil que la iglesia sienta que necesita competir con el mundo de esta manera.
2. V. 13 Pablo no necesitaba exagerar acerca de lo que Dios le había llamado a ser, pero tampoco lo minimizaría. Él era un apóstol y un ministro para Corinto. Él tenía autoridad de Dios que los “superapóstoles” no tenían.
a. Dios estableció los límites y el alcance del ministerio de Pablo. Este incluía a los corintios.
3. V. 14 Pablo no estaba yendo más allá de lo que Dios lo había llamado a hacer. Dios había llamado a Pablo a ministrar a los corintios. Su presencia allí fue ordenada por Dios.
a. Pablo había fundado la iglesia. Él era su padre espiritual. Dios había ordenado eso.
b. A veces vemos ministerios que se autodenominan “internacionales” o “mundiales”.
c. Es la determinación de Dios acerca de cuán lejos llegará un ministerio. No la decisión del hombre.
d. Un hombre puede tener buenas intenciones de alcanzar a muchos, pero esa es la decisión de Dios.
e. Nuestra responsabilidad es seguir la dirección de Dios y llegar hasta donde Él nos lleve.
f. Pablo estaba “corriendo en su carril” y no en el carril de otro.
4. Vs. 15, 16 Pablo no trató de mejorar su reputación jactándose del ministerio de otro hombre y uniéndose a él. Él no trató de decir, “Miren lo que hemos hecho”, cuando en realidad él no era parte de lo que otros estaban haciendo.
a. Alguien podría decir, “Nuestra denominación ha plantado muchas iglesias” como una manera de hacerse ver mejor de lo que es, cuando en realidad, esa persona no ha plantado ninguna iglesia y nunca ha servido en una.
b. Puede ser que los “superapóstoles” estuvieran mencionando el nombre de Pablo y dando a entender que habían contribuido a su ministerio, dándose así más crédito del que merecían. Tal vez eran de Tarso, la ciudad natal de Pablo y usaban eso para aumentar su credibilidad.
c. Si los corintios maduraban espiritualmente y plantaban iglesias, eso sería una extensión de la esfera de ministerio de Pablo a través de ellos.
d. El ministerio de Pablo también podría expandirse si los corintios pudieran verlo como el Apóstol que era y si lo apoyaran financieramente para que pudiera llegar a otras regiones.
5. Vs. 17, 18 Independientemente del éxito que pueda tener un ministro, todos debemos darnos cuenta de que, en última instancia, Dios debe recibir la gloria. Sin Él, no podemos hacer nada de valor eterno. (Juan 15:5)
a. Debemos gloriarnos, pero es en Dios que nos gloriamos.
b. Nuestra verdadera aprobación no viene del hombre, sino de Dios.
c. No debemos gloriarnos en nosotros mismos, ni contra los demás.
d. Es cierto que tal vez Dios nos ha dado más percepción sobre la verdad, o sobre cómo servir.
e. Puede ser cierto que estemos representando con más exactitud el mensaje del Evangelio.
f. Pero eso nunca es una excusa para la vanagloria.
g. Guzik- Pablo quería el respeto de los cristianos de Corinto, pero lo quería por el bien de ellos, no por el suyo propio. Sabía que al rechazarlo estaban perjudicando su propio crecimiento y madurez espiritual. Pero en cuanto a sí mismo, Pablo estaba satisfecho con la aprobación que venía del Señor. Este es el lugar al que todo cristiano, y especialmente toda persona en el ministerio, debe llegar. Es peligroso vanagloriarse o aprobarse a uno mismo.