I. La descripción previa de Pablo de la ley (una revisión)
A. Algo de lo que hace la ley
1. La ley revela el pecado-Romanos 3:20
2. La ley condena al pecador- Romanos 3:19
3. La ley define al pecado como transgresión-Romanos 4:15; Romanos 5:13
4. La ley trae ira-Romanos 4:15
5. A medida que se agrega la ley, más es definido como pecado–Romanos 5:20
B. Cómo no ayuda la ley
1. La justicia de Dios se revela aparte de la ley-Romanos 3:21a
2. Los pecadores son justificados por la fe, no por guardar la ley-Romanos 3:27
3. La promesa de Dios a Abraham no fue por la ley–Romanos 4:13
C. La conclusión de Pablo acerca de la ley
1. La relación anterior del cristiano con la ley ha terminado-Romanos 6:14,15; 7:4, 6
2. El lenguaje usado por Pablo muestra que la justificación por la ley (por obras) es incompatible con el mensaje del Evangelio, que dice que la justificación es por fe.
3. Esta idea habría enfurecido al judío, que se enorgullecía de tener la ley y de obedecerla. Los legalistas creen que están justificados por obedecer la ley.
Salmos 19:7-11 7La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.11 Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón.
II. Reacciones a la enseñanza de Pablo
A. Legalistas
1. Los legalistas creen que pueden lograr una relación correcta con Dios si guardan la ley.
a. Creen que pueden ser justificados (perdonados y aceptados) guardando la ley.
b. Creen que pueden ser santificados guardando la ley. (hechos más santos)
2. Se engañan a sí mismos en ambos casos.
3. También buscan insistir en que los demás compartan su punto de vista y se apresuran a juzgar a quienes consideran que fracasan. A menudo son duros, implacables y no andan en gracia.
4. Cuando fallan, lidian con su culpa negándola, excusandola o culpando a los demás para verse mejor.
5. Estas son personas que habrían dicho que Pablo estaba predicando la rebeldía: que la ley no tiene propósito en la vida del cristiano.
6. Hay un elemento de orgullo dentro de ellos, porque creen que tienen la capacidad tanto de salvarse como de mejorarse a sí mismos a través de su desempeño.
B. Antinomianos
1. Ley- nomos. Anti- Contrario a. Los antinomianos son los que se oponen a la ley.
2. Ellos tomarían las antes mencionadas declaraciones anti-ley de Pablo, y proclamarían que los cristianos están completamente descartados de tener cualquier relación con la ley.
3. Los antinomianos afirman que estamos conectados con Dios solo a través de la gracia, y que el cristiano no necesita preocuparse por obedecer la ley de Dios.
4. Afirman que el único mandamiento importante es el de amarse unos a otros. Aparte de eso, todo vale; no hay leyes sobre moralidad.
5. Los antinomianos terminan viviendo un estilo de vida de “todo vale”, usando la gracia como una excusa para pecar y entendiendo erróneamente lo que significa vivir bajo la gracia.
C. Los que están bajo la gracia
1. David Guzik– La ley no nos justifica; no nos hace justos con Dios. La ley no nos santifica; no nos lleva más profundamente con Dios ni nos hace más santos.
2. De estas dos formas, el cristiano ha sido liberado de la ley, en el sentido de que no tratamos de alcanzar la justificación ni la santificación al obedecerla. No salva ni hace santo a nadie.
3. Siendo así, el cristiano no está completamente divorciado de la Ley.
a. El cristiano no está libre de su obligación moral con la ley.
b. La ley moral sigue siendo una revelación de la voluntad de Dios que se espera que el cristiano cumpla por la inspiración, la convicción y el poder del Espíritu Santo.
c. Ver Romanos 8:3, 4; Romanos 13:8-10
III. Hacer el cambio V. 6
Hemos sido librados de la ley. Morimos a la ley. Eramos reprimidos por la ley.
El cristiano puede servir a Dios bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra
La ley no nos preparó para servir a Dios. El Espíritu Santo equipa al cristiano para servir a Dios.
El Espíritu Santo nos da un deseo puro de servir a Dios.
La persona que vive bajo la ley, sirve a Dios por temor a ser castigado.
La vida en el Espíritu nos motiva con amor y acción de gracias.
Filipenses 2:12, 13 12Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
La ley le muestra a usted cómo debe vivir, pero no le da el poder para hacerlo. La vida en el espíritu le da poder para servir a Dios con una vida nueva. Nuestra libertad de vivir bajo la ley no ocurre para que podamos dejar de servir a Dios, sino para que podamos servirle mejor.
Gálatas 5:16-18 16Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Cualquier moralidad de la Ley de Moisés que un cristiano obedezca se hace indirectamente debido a que obedecemos directamente la Ley de Cristo (amando a Dios y a los demás).
Nuestro enfoque para la obediencia moral debe estar en la Ley de Cristo,
no en la Ley de Moisés. Estamos en un mejor pacto (Hebreos 7:22),
somos gentiles, no resucitados bajo la Ley
(Romanos 2:12; 1 Corintios 9:21), sino que tenemos la obra de la Ley (conciencia) escrita en nuestros corazones. (Romanos 2:15).