I. Dar gracias V. 20
1. Lo opuesto a una “vida agradecida” es una “vida quejumbrosa”.
a. En ninguna parte de las Escrituras se alienta una “actitud desagradecida o quejumbrosa”.
2. La falta de agradecimiento es una característica que define al cristiano no salvo o no espiritual.
a. 2 Timoteo 3:1, 2 1También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos…
b. Romanos 1:20, 21 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
c. Filipenses 2:14, 15 14Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo…
3. Algunas “personas llenas del Espíritu” no son muy agradecidas.
a. Alguien puede decir que es un “cristiano lleno del Espíritu” porque puede hablar en lenguas o porque cree en lo milagroso.
b. Ciertamente esos aspectos de la vida cristiana son energizados por el Espíritu Santo.
c. Pero dar gracias “siempre y por todo” es también una obra del Espíritu de Dios.
d. En algunos casos, puede reflejar más clara y poderosamente la obra del Espíritu de Dios.
e. El ejercicio momentáneo de un don espiritual no requiere necesariamente un corazón agradecido.
4. Recuerden que en el versículo 18, Pablo dijo que una vida llena del Espíritu incluye muchas cosas, incluyendo el agradecimiento “siempre y por todo”.
1. En el versículo 19, se nos exhorta a no sólo sentirnos adoradores, sino a adorar realmente…
2. De la misma manera, somos llamados a dar gracias, no sólo a estar agradecidos en silencio.
3. Jesús vivió una vida de agradecimiento al Padre.
a. Mateo 11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
b. Mateo 15:36 Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias. …
II. Siempre por todo
1. Sería fácil objetar este mandato.
a. Hay muchas tragedias y eventos injustos que les suceden a los cristianos.
b. Desde la perspectiva humana, no es realista dar gracias siempre por todas las cosas.
2. 20dando siempre gracias por todo – literalmente: en cada cosa, en todo, cada vez, etc.
3. 1 Tes 5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
4. Dios no nos pide que demos gracias por el pecado y la tragedia, sino cada vez que algo sucede.
5. Entonces, ¿cómo podemos desarrollar la capacidad y la mentalidad para ser siempre capaces de dar gracias?
6. Podemos crecer para ser siempre capaces de dar gracias por todas las cosas …
a. Recordando las promesas de Dios – Ir a Romanos 8:28-39
b. Recordar las intenciones eternas de Dios- Ir a 2 Corintios 4:16-18
c. Recordando que la sabiduría de Dios es infinitamente más elevada que la nuestra Isaías 55:9 “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
d. La historia de José- vendido y encarcelado injustamente; usado por Dios para salvar a Israel.
e. Historia de un hombre cuya yegua se escapó, pero volvió, etc.
f. 1 Corintios 13:12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
7. Para que el cristiano pueda dar gracias sinceramente en todas las cosas, debe estar dispuesto a no permitir que sus emociones o la “lógica” gobiernen, sino que debe elegir rendir tanto las emociones como la sabiduría humana a las promesas soberanas de Dios.
8. Además de poder dar gracias a Dios durante los tiempos difíciles, los cristianos más que cualquier otro grupo de personas, tienen más razones para estar agradecidos.
a. Debemos creer y recordar que Dios nos ama.
b. También debemos creer y recordar que nada se le escapa a Dios; Él es soberano.
c. Tenemos la salvación, el perdón de nuestros pecados. NO hay condenación para nosotros.
d. Dios el Espíritu mora dentro de nosotros.
e. Experimentamos la provisión de Dios, consuelo, compañía, poder, etc.
f. Somos fortalecidos para vivir la vida cristiana.
g. El Espíritu nos capacita para entender las cosas de Dios.
h. El cristiano nunca, jamás, está separado del amor de Dios.
1. Porque se nos ordena hacerlo.
2. Porque debemos hacerlo.
3. ¿Cómo podríamos no hacerlo? Es una muestra de inmadurez ser un cristiano desagradecido.
4. Muestra que estás enfocado en las cosas pasajeras de este mundo. De mente carnal.
5. Damos gracias porque Pablo nos dice que esto es un resultado de la vida llena del Espíritu.
6. ¿Qué ha hecho el Espíritu de Dios en el corazón de una persona agradecida?
a. El Espíritu ha llevado a esa persona a Cristo, convenciéndola de su necesidad de Jesús.
b. El Espíritu ha habitado en esa persona.
c. El Espíritu ha traído confirmación a esa persona de que es salva.
III. A Dios Padre, en el nombre de Jesús
1. “Gracias a la bondad”; “gracias a mis estrellas de la suerte”; etc.
2. “Agradecimiento” es una agradable disposición a tener, pero el cristiano está llamado a más.
3. “Bondad” no es una persona que nos da cosas, sino una característica que uno tiene.
4. “Estrellas de la suerte” además de ser un cereal (lucky stars), es una frase de las religiones antiguas sobre las estrellas que determinan el destino de uno. Las estrellas no son personas que puedan dar algo.
5. Un corazón agradecido no es suficiente si uno está agradeciendo a “la bondad y las estrellas”.
1. La Biblia dice que se llega al trono de Dios por la mediación de Jesucristo.
2. Es por la fe en Él que podemos acercarnos al Padre para darle gracias.
3. El cristiano lleno del Espíritu está consciente y agradecido a Dios Padre y a su Hijo por proveer todas estas cosas.
4. No decimos simplemente: “En el nombre de Jesús”, aunque sí lo decimos.
5. En el “nombre de Jesús” significa, por su autoridad, a través de su persona, por lo que ha hecho por nosotros y porque hemos aceptado su sacrificio por nosotros. Este granjero tenía una sola yegua, y un día la yegua se escapó. Los vecinos vinieron a darle el pésame por su terrible pérdida. El granjero les dijo: “¿Por qué piensan que es tan terrible?”
Un mes después, la yegua volvió a casa, esta vez trayendo consigo dos hermosos caballos salvajes. Los vecinos se entusiasmaron con la buena suerte del granjero. ¡Qué caballos tan hermosos y fuertes! El granjero les dijo: “¿Qué les hace pensar que esto es buena suerte?”.
El hijo del granjero salió despedido de uno de los caballos salvajes y se fracturó una pierna. Todos los vecinos estaban muy afligidos. ¡Qué mala suerte! El granjero dijo: “¿Qué te hace pensar que es mala?”
Llegó una guerra, y todos los hombres sanos fueron reclutados y enviados a la batalla. Sólo quedó el hijo del granjero, que tenía la pierna fracturada. Los vecinos felicitaron al granjero. “¿Qué te hace pensar que esto es bueno?”, dijo el granjero.
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