Martin Lloyd Jones- Martin Lloyd Jones- Estamos aquí cara a cara con las alturas más elevadas de la vida cristiana y por lo que es posible para nosotros como personas cristianas. Por lo tanto, no es una porción fácil de las Escrituras. Pero no hay nada más glorioso. Las personas que escalan montañas nos dicen que cuanto más alto llegas, más difícil es escalar; y sin embargo, se vuelve más y más estimulante y maravilloso. Lo mismo ocurre con las Escrituras. Y aquí estamos ciertamente en la cima de la montaña de la experiencia cristiana.

I. A quién le escribe Pablo

A. Él no está escribiendo a los incrédulos
B. Él está escribiendo a cristianos

1. 1:1; 1:7; 1:13; 1:15; 2:1; 2:8; 4:1
2. Pablo no estaba orando por su salvación o justificación. Eso ya lo tenían.
3. Él oraba por una dinámica más profunda de Cristo en sus vidas. Una experiencia más profunda.
4. NOTA- Esta experiencia es para todos los cristianos.

a. No está escribiendo a los súper santos de Éfeso.
b. No escribe a los líderes de la iglesia, pastores, o “cristianos especiales”.
c. Él escribe a todos los santos en Éfeso.
d. La experiencia que escribe es para todos los cristianos, no solo para algunos.

II. Sobre qué escribe Pablo

A. Una experiencia más profunda con Jesús V. 17a

1. Los cristianos efesios tenían a Cristo en sus corazones por fe.
2. Cuando una persona compromete su vida a Cristo, Cristo entra en esa persona.
3. No puedes ser cristiano sin tener a Jesús en ti.
4. Ellos tenían el Espíritu Santo en ellos. No se puede ser cristiano sin el Espíritu Santo.

a. Romanos 8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

5. Jesús estaba “en” estas personas, sin embargo ellos no lo estaban experimentando profundamente.

B. “Cristo habite por la fe en vuestros corazones”

1. Habite- oikeo: morar, vivir, residir.
2. Katoikeō: Tiene el prefijo “kata”, que significa “establecerse y estar en casa”.
3. Es la diferencia entre vivir en algún lugar y sentirse como en casa viviendo allí.
4. Hay dos tipos de cristianos en este sentido:

a. Uno es salvo, perdonado, justificado, y cree en la teología correcta, pero no tiene a Jesús morando en su corazón por fe. Jesús no está “en casa”.
b. El otro cristiano es salvo, y Cristo está “en casa” en esa persona.

5. Apocalipsis 3:14-22 Ejemplo de cristianos donde Cristo no está “en casa””.

a. Esta era una iglesia a la que Jesús se dirigió.
b. Jesús pidió volver a entrar en sus vidas y tener comunión con ellos.
c. Su carnalidad había empujado a Jesús afuera. Él no estaba “en casa” con ellos.
d. Estos cristianos estaban en una condición espiritual muy débil, muy inmaduros.
e. Tenían salvación a través de Jesús, pero Él no estaba en el centro de sus vidas.
f. Ellos no habían sido grandemente consolados, fortalecidos, influenciados, o cambiados.
g. Sabían de Jesús, pero en un sentido más profundo no lo conocían.
h. De la misma manera, Pablo agradeció a Dios por la salvación de los efesios, pero oró por una experiencia más profunda para ellos con Jesús.

C. Ejemplos de Jesús estando “en casa” en alguien

1. Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
2. Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
3. Colosenses 3:1, 2 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
4. 1 Corintios 6:18-20 18Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
5. Filipenses 3:10, 11 “…a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11 si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
6. Juan 14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
7. Aquel en quien Cristo mora por fe es aquel que tiene a Jesús en el centro de su vida. Jesús influye en la mente, el corazón, las emociones, la voluntad.
8. Esa persona conoce a Jesús de forma más íntima que en el mero mundo de la mente. Su hombre interior es fortalecido (ver 3:16), tocado, consolado, animado, corregido. Jesús es real en cada área de la vida, y no sólo conocido de una manera distante.
9. Esa persona no es sacudida fácilmente; tiene una fe más profunda porque Jesús es más real.

D. “Por fe”

1. Hay una fe salvadora que cree en Cristo como Salvador y Redentor.

a. Tal persona pone su fe en Jesús para salvación.
b. Ellos entienden que han pecado contra Dios y merecen juicio.
c. Entienden y creen en Jesús por su pago y perdón de pecados.
d. Esta persona puede ser salva y tener a Cristo morando en ellos, y sin embargo no experimentar la relación más completa de compañerismo profundo y relación interpersonal con Jesús. Pueden ser jóvenes en la fe, letárgicos, indiferentes.

2. Hay una fe que uno puede tener que depende de Cristo para salvación, pero a menudo escoge caminar en la carne, ceder al pecado y ser de doble ánimo.

a. Que uno puede vivir como un cristiano de Laodicea. En la iglesia, pero sin Jesús.
b. Tibio, autosuficiente y sin darse cuenta de su pobre condición espiritual.
c. Esa persona no experimentará a Jesús estableciéndose en casa en su corazón.

3. Hay una fe que dice…

a. Quiero que tú vivas en mí. Sé que lo haces, pero quiero que tú tengas el control.
b. Quiero que me fortalezcas para hacer cosas que yo no puedo hacer.
c. Quiero poner mi mente y afectos en las cosas de arriba. Ayúdame a hacer eso.
d. Quiero recordar que tú moras en mí. No quiero pecar con mi cuerpo.
e. Quiero conocerte y a tu poder, y tener comunión contigo.
f. Quiero amarte, guardar tus palabras y que te establezcas en mí.
g. Independientemente de cómo me sienta, quiero creer que tú estás en mí por fe.
h. Por fe, quiero llegar a conocerte más profundamente, experimentar amistad y compañerismo constante contigo, y ser cambiado por eso.