V. 1
Jesús acababa de decirles a los discípulos que uno de ellos lo traicionaría.
También les dijo que los dejaría.
Le dijo a Pedro que lo negaría.
Sus corazones estaban comprensiblemente turbados.
Turbado – agitado, conmoción interior, inquieto, ansioso y angustiado.
Jesús nunca les prometió a ellos ni a nosotros una vida libre de problemas.
Jesús sí nos enseña que podemos tener un corazón tranquilo en medio de una vida atribulada.
Creéis en Dios, creed también en mí- Esta era la solución general para sus corazones turbados.
Jesús sabía que ellos creían en Dios el Padre.
Él los estaba invitando y les estaba ordenando que creyeran en Él de la misma manera.
La solución de Jesús para ellos no era tener una lista de cosas que hacer, sino tener una relación con él.
V. 2
2 Corintios 5:1 Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
Existe una gran diferencia entre tabernáculos y mansiones.
Los tabernáculos son endebles, menos cómodos y temporales.
Las mansiones están bien construidas, son cómodas y permanentes.
Voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Jesús fue voluntariamente a la cruz, para poder ascender, para poder prepararnos un lugar.
Jesús no fue una víctima.
V.3
Jesús prometió que un día reunirá físicamente a su pueblo.
Gran parte del alivio que Dios nos promete incluye la promesa de que eventualmente estaremos con Él.
El alivio para un corazón turbado incluye tener en cuenta la eternidad.
1 Tesalonicenses 4:16-18 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
Así como Jesús moriría físicamente pero viviría en otro reino, así es con todos.
La gran diferencia es que el cristiano está vivo con Jesús.
Vs. 4, 5
Los discípulos eran libres de expresar su confusión con Jesús y de no ser reprendidos por ello.
V. 6
Thomas a Kempis- “Sin camino, no hay a dónde ir; sin la verdad, no hay conocimiento; sin la vida, no hay forma de vivir. Yo soy el camino que deben seguir; la verdad en la que deben creer; la vida que deben esperar.”
La persona de Jesús proporciona la fuente de las respuestas que todo ser humano necesita.
Él mismo es Aquel que necesitamos conocer y podemos conocer.
Para el cristiano – nuestra dirección, estándar de verdad y nuestra fuente de vida se encuentran en él.
V. 7
Los discípulos, comprensiblemente batallaron para poner a Jesús en un lugar igual al Padre.
Pero Jesús está conectando los puntos por ellos.
Por mucho que creyeran en Yahvé, Dios el Padre, todavía debía parecer inalcanzable.
Qué impacto debe haber sido escuchar a Jesús hacer esta declaración.
Hebreos 1:1-3 1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
Vs. 8, 9
Felipe tenía el corazón turbado.
Conocía a Jesús mejor que el público en general.
Tres años y medio de compañerismo constante.
Sin embargo, había un grado de comprensión adicional que Felipe necesitaba experimentar.
NOTA- Lo mismo puede ser cierto para nosotros
Podemos conocer a Jesús, pero no lo suficiente como para calmar nuestros corazones turbados.
Vs. 10, 11
Jesús los dirigió de nuevo a las palabras que había dicho y a las obras que le habían visto hacer.
Jesús luego ató todo eso directamente al Padre y a su unidad mutua.
Recordar las obras que Jesús ha hecho en nuestras vidas ayudará a nuestros corazones turbados y nos recordará todas sus promesas.
V. 11-Creedme –Jesús los llamó no solo a creer en Él, sino a creer lo que Él dijo.
El primero de tres mensajes de aserción
V. 12
Jesús se iba físicamente, pero el trabajo iba a aumentar, no a disminuir.
Las obras no serían más espectaculares, sino de mayor alcance.
Como resultado del primer sermón de Pedro, más personas llegaron a la fe que en todo el tiempo de Jesús sobre la Tierra.
Esto también se dijo para calmar sus corazones turbados
Aún quedaba trabajo por hacer.
Todavía tenían un propósito en la vida.
Vs. 13, 14
Esto también se dice para calmar sus corazones turbados
Pedir en el nombre de Jesús: de acuerdo con sus planes y caminos, y para la gloria del Padre.
Cuando pedimos en ese tono, Jesús nos concederá esas peticiones.
El segundo de tres mensajes de aserción
Vs. 15-18
Jesús se iba, pero los discípulos no se quedarían como huérfanos abandonados.
El Espíritu Santo sería un Ayudador y Consolador como Jesús, excepto que Él moraría en ellos.
Continuarían experimentando y sintiendo a Jesús, pero no necesitarían estar físicamente con él.
Vs. 19, 20
La resurrección de Jesús validaría y probaría sus palabras para ellos.
También comprenderían que tendrían vida eterna.
V. 21
Se les concedería una gran comprensión de las verdades eternas mientras caminaran en amorosa obediencia a Jesús.
NOTA- A los que caminan en obediencia amorosa reciben una mayor comprensión de las verdades de Dios y de la persona de Cristo.
Vs. 22, 23
La fe trae salvación.
La obediencia amorosa trae una comunión más profunda.
Vs. 24-27
V. 27- J. Carl Laney- La paz, entonces, es el bienestar espiritual que resulta de estar correctamente relacionado con Dios. Una característica importante de esa paz es la satisfacción interior. Este no es el tipo de paz que ofrece el mundo. El mundo ofrece una paz basada en condiciones y circunstancias favorables. El legado de paz que proporciona Jesús es independiente de las circunstancias externas.
Vs. 28-31
La cruz demostró el gran amor de Dios por el hombre pecador.
Específicamente, el amor de Dios calma los corazones turbados de los que creen en Él.